Un perro cobrador o perro perdiguero (en inglés: Retriever) es aquel tipo de perro de caza que recupera una presa para un cazador. Por lo general, los perros de caza se dividen en tres categorías principales: perro cobrador o perdiguero, perro de aguas y perro de muestra.
Los perros cobradores fueron criados principalmente para recuperar las aves u otras presas y devolverlos al cazador sin sufrir daños. Aunque los spaniels y otras razas pointer recuperan rutinariamente presas, y muchos perros perdigueros son expertos en la búsqueda de la presa, los cobradores se distinguen en que la recuperación es su función principal y están especializados en la caza de pluma y en agua. Como resultado, las razas de cobradores son criadas con lo que se conoce, en el argot de cazadores, «boca suave o blanda». Una boca suave se refiere a la disposición de que el perro lleve la presa en su boca sin morderla o jugar con ella.
La «boca dura» es una falta grave en un perro de caza y es una costumbre muy difícil de corregir. Un perro con la boca dura hace impresentable la presa o en el peor de los casos, no comestible.
La voluntad del perro perdiguero de agradar y su capacidad de entrenamiento han permitido la aparición de razas como el Labrador retriever y el Golden retriever, muy populares como perros de asistencia.[1][2][3]